Banco de España estima que para el 2025 la deuda pública este sobre el 100% del PIB

Mayores tipos de interés elevaría la carga financiera de la deuda pública hasta 2025, comunicó la entidad financiera.

De acuerdo con el Banco de España, el endeudamiento público se situaría para el 2025 todavía en niveles muy elevados como los de ahora en medio de un contexto en que algunos elementos de vulnerabilidad en la economía española se han reducido a pesar de que los riesgos para la estabilidad financiera se han incrementado a nivel internacional. 

La entidad española en su informe de Estabilidad Financiera remarcó que las tensiones geopolíticas, las cuales ya eran elevadas, se han intensificado por el nuevo conflicto en Medio Oriente, ocasionando que esta situación pudiera llegar a afectar adversamente a la evolución global del crecimiento y la inflación, especialmente a través de posibles perturbaciones en los mercados de energía, y en la reducción de la confianza de los agentes que en conjunto ocasionen recortes abruptos de las valoraciones de los activos con riesgo.

También han destacado que los menores precios energéticos desde la segunda mitad de 2022 y el endurecimiento de la política monetaria han contenido notablemente la inflación del área del euro y de otras geografías en el transcurso de 2023, por lo que sería posible alcanzar la meta de inflación fijada. 

“De hecho, en el escenario central de proyecciones, el nivel de tipos de interés actual fijado por el Banco Central Europeo (BCE), si se mantiene durante el tiempo necesario, permitiría alcanzar el objetivo de inflación del 2% a medio plazo”, señalaron. 

En este sentido, remarcan que la inflación subyacente muestra una elevada persistencia y que un incremento superior al estimado de los salarios y de los márgenes empresariales podría elevar adicionalmente la inflación. 

Según manifestaron en un comunicado, creen que a pesar del actual entorno de incertidumbre y de las perspectivas de una inflación todavía relativamente elevada y de debilitamiento del crecimiento, las primas de riesgo requeridas sobre los activos financieros se mantienen en niveles históricamente reducidos. Por lo tanto, bajo este contexto, auguran que un incremento de la aversión al riesgo de los agentes económicos podría elevar los costes de financiación y ajustar a la baja los planes de consumo e inversión por motivos precautorios. Bajo su criterio, la presencia de valoraciones relativamente elevadas en los mercados financieros puede hacer más frágiles las percepciones sobre la senda de evolución macrofinanciera y llevar a una corrección de precios más abrupta e intensa si estas se tornan más pesimistas.

Proyecciones y deuda pública

En línea con lo anterior, han revelado que las proyecciones para 2023-2025 contemplan un crecimiento medio de la economía española en el entorno del 2%. No obstante, aseguraron que las últimas previsiones del Banco de España han supuesto revisiones a la baja del crecimiento para 2024 y 2025, por una menor demanda externa, al endurecimiento adicional de las condiciones financieras y un repunte del precio del petróleo. En consecuencia, avisaron lo siguiente: 

“Si se materializan los riesgos identificados, podría producirse un mayor freno del crecimiento, con la consiguiente reducción de las rentas de hogares y empresas y de su capacidad de pago de obligaciones financieras.” 

En cuánto a la ratio de deuda pública española sobre el PIB y el déficit público, se comunicó que han continuado reduciéndose hasta mediados de 2023; sin embargo, alertan que de acuerdo con las previsiones del Banco de España, el endeudamiento público se situaría para el 2025 todavía en niveles muy elevados, por encima del 100% del PIB. 

Así mismo, según lo que explican, esto, junto con los mayores tipos de interés, elevaría la carga financiera de la deuda pública hasta 2025, drenando recursos para otros fines y adicionalmente “reduciría el espacio fiscal para amortiguar cualquier perturbación adicional sobre nuestra economía, que quedaría en una situación de vulnerabilidad ante cambios en la percepción de riesgo de los agentes”, escribieron. 

Dicho esto, acusan que la política fiscal debe cumplir con las recomendaciones de la Unión Europea y también reducir de “forma gradual” el endeudamiento y el déficit público estructural mediante un programa de consolidación fiscal sostenida en el tiempo. 

Sector bancario

En lo que respecta al sector bancario, el Banco de España comentó que se ha mostrado resiliente durante este año, y que han presentado su rentabilidad y solvencia con una evolución favorable durante la primera parte del año, sin que además se observen deterioros significativos de la calidad crediticia, producto de la crisis registrada y a la que relacionaron con lo siguiente:

 “Las condiciones en los mercados de financiación bancaria mayorista se normalizaron con rapidez después de las turbulencias de marzo.”

Por otro lado, comentan que la persistencia de los tipos de interés en niveles elevados por más tiempo estaría dando lugar a un incremento progresivo de los costes de pasivo de los bancos, hasta ahora contenidos, a la vez que contribuiría también a un cierto deterioro de la calidad crediticia. Sin embargo, también mencionan que de acuerdo con los resultados de las pruebas de resistencia de la Autoridad Bancaria Europea y del Banco de España, se descubrió que a pesar de que la resiliencia agregada del sector, estos podrían dar lugar a la necesidad de absorber pérdidas. Así que hicieron un llamado por medio del texto a continuación a procurar generar rentabilidad y crecimiento orgánico:

“Sigue siendo necesario que las entidades bancarias utilicen la situación favorable actual de rentabilidad para reforzar su capacidad de resistencia frente a escenarios adversos… De hecho, bajo el escenario central de proyecciones macroeconómicas, los resultados de las pruebas de resistencia muestran que es factible la generación orgánica de capital y el mantenimiento de una posición sólida de liquidez.”

En conclusión, la economía española ha mostrado signos positivos y de mejora; sin embargo, las condiciones externas como la situación geopolítica en oriente medio generan alerta y expectativa de que se dé o no continuidad de estos registros calificados de positivos, porque al no saberse lo que pueda ocurrir, sea bueno o malo habrá ciertas medidas y lineamientos que seguir y que por consecuencia generen un efecto domino en el aparato económico.

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